Autor: Dr. Eddy Baltodano, Rector de UCC
Una de las frases más célebres del filósofo griego Heráclito de Éfeso: “Lo único constante es el cambio”. En este contexto, la educación superior se debe adaptar a las novedades de cada época, tanto de los nuevos aportes de las ciencias, así como del avance tecnológico acelerado que estamos viviendo en este siglo XXI. Ante estos cambios, las instituciones de educación superior IES se encuentran con retos y desafíos que habrá que superar. Los desafíos destacan la necesidad de adaptarse a los cambios constantes, especialmente en términos de avances científicos y tecnológicos, en tres retos principales: la adopción efectiva de la tecnología, el desarrollo de competencias tecnológicas y la adaptación de metodologías educativas.
El primer gran reto de la educación superior en la era digital, es integrar efectivamente la tecnología en la educación, con un enfoque estratégico pedagógico, que ayude al máximo aprovechamiento de la experiencia educativa. El uso adecuado de los dispositivos y de las plataformas digitales, en el proceso enseñanza-aprendizaje, es vital en la optimización de los tiempos que duren los programas académicos, especialmente en programas de modalidad semipresencial y/o modalidad virtual sincrónico y asincrónico.
Algunas herramientas tecnológicas más relevantes que debe usar toda institución de educación superior son: plataformas de aprendizaje en línea, plataformas de videoconferencias y webinars, contenidos educativos interactivos, plataformas de cursos, plataformas de colaboración y productividad, plataformas de realidad virtual y realidad aumentada, Inteligencia Artificial (IA) y analítica de datos, y las bibliotecas digitales y recursos en línea, entre otras.
Una vez que se cuenta con los recursos tecnológicos, debe fomentarse el desarrollo de las habilidades y competencias para su uso. El segundo reto de las IES en la era digital es contar con docentes capacitados, y desarrollar las habilidades digitales de los estudiantes, tanto para facilitar la interacción con el docente o mediador pedagógico, así como desarrollo de competencias tecnológicas que servirán en su futuro profesional.
El desarrollo de estas competencias no solo mejora la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, sino que también prepara a docentes y estudiantes para tener éxito en una sociedad digital en constante cambio.
Algunos aspectos clave a considerar son los siguientes: La implementación de programas de formación continua para los docentes, los planes de estudio deben integrar en su diseño las tecnologías de manera transversal, deben asegurarse que todos los estudiantes tengan acceso a dispositivos y conectividad para participar plenamente en entornos educativos en línea, deben mantenerse actualizadas sobre las tendencias tecnológicas emergentes y evaluar su aplicabilidad en el entorno educativo, con la industria debe establecerse colaboraciones para entender las demandas tecnológicas del mercado laboral y adaptar los programas educativos en consecuencia.
El tercer gran reto, que corresponde a la adaptación de metodologías educativas, implica la transformación de la metodología educativa, de una tradicional, a una con un enfoque más estratégico, desde el uso de las tecnologías, para lograr una mayor participación estudiantil y mayor retención del conocimiento. Las clases presenciales deben ser complementadas con la virtualidad, que servirá en el proceso de autoestudio de los participantes.
Continuar con la adaptación de metodologías educativas es esencial para aprovechar al máximo las oportunidades que brinda la tecnología en la era digital, y esta se puede lograr a través de: el uso de metodologías activas que involucren a los estudiantes en el proceso de aprendizaje; utilizar tecnologías que permitan la personalización del aprendizaje según las necesidades individuales de cada estudiante; explorar el modelo de aula invertida, donde los estudiantes revisan material multimedia en casa y luego participan en actividades interactivas durante las clases presenciales o virtuales; el feedback continuo, que permita utilizar herramientas tecnológicas para proporcionar retroalimentación continua y personalizada a los estudiantes; incluir en el currículo actividades que promuevan el desarrollo de habilidades tecnológicas esenciales, como la alfabetización digital y la programación; y el diseño de estrategias de evaluación auténtica, que reflejen situaciones del mundo real y que permitan a los estudiantes aplicar sus conocimientos en contextos prácticos.
Resumiendo lo abordado, para que las instituciones de educación superior aseguren el éxito en la preparación de los estudiantes con conocimientos y habilidades necesarias para prosperar en un mundo digital en constante evolución, debe superarse los retos mencionados y explicados: Adopción de tecnología, Desarrollo de competencias tecnológicas y Adaptación de metodologías educativas.
La adopción efectiva de tecnologías no solo mejora la eficiencia administrativa de las IES, sino que también transforma la experiencia de aprendizaje, permitiendo a los estudiantes acceder a recursos diversificados y participar en entornos de aprendizaje innovadores. El desarrollo de competencias tecnológicas para docentes y estudiantes en la era digital es crucial para enfrentar los retos de la educación superior. La adaptación de metodologías educativas junto con el uso adecuado de tecnologías contribuirá a la creación de entornos de aprendizaje más dinámicos, flexibles e inclusivos.