Autor: Lic. Darwin López Galeano
Coordinador de Comunicación Institucional UCC
En el mundo actual, donde la información se mueve a la velocidad de un clic, hay una verdad que cada vez cobra más fuerza: “Lo que no se comunica, simplemente no existe”. Las organizaciones pueden tener grandes proyectos, una sólida gestión y resultados admirables, pero si no los comunican, difícilmente lograrán reconocimiento, posicionamiento o conexión con su público.
Desde mi experiencia como comunicador en una institución universitaria, confirmo que comunicar es mucho más que difundir noticias o publicar en redes sociales. Es construir sentido, confianza y reputación. Es hacer visible lo que somos y lo que hacemos, de manera coherente.
Comunicar no es vender, es construir relaciones. Uno de los mayores desafíos dentro de las organizaciones es entender la diferencia entre Marketing y Comunicación.
El marketing busca vender, posicionar productos o servicios y generar resultados comerciales, sin embargo, la comunicación tiene que ver con posicionar percepciones, valores y confianza. Desde la perspectiva de las relaciones públicas, el objetivo no es la venta inmediata, sino la construcción de vínculos sostenibles con los públicos internos y externos.
El área de comunicación es el espacio donde se moldea la reputación institucional. Aquí se construye la credibilidad, se gestiona la imagen corporativa, se atienden las relaciones con los medios y se alinean los mensajes para mantener coherencia entre lo que la institución dice, hace y proyecta.
Hoy las redes sociales son, sin duda, un pilar de la comunicación moderna. Han dejado de ser simples canales informativos para convertirse en plataformas estratégicas de posicionamiento. Son el medio donde las instituciones pueden conectar con sus públicos y demostrar, con hechos, su aporte social, académico o empresarial.
Las redes son una extensión de la voz institucional y, por tanto, deben reflejar profesionalismo, transparencia y compromiso.
Comunicación y reputación son una inversión, no un gasto. En tiempos de información, las instituciones que no comunican se vuelven invisibles. Los departamentos de comunicación y relaciones públicas son las que permiten gestionar crisis, fortalecer la identidad corporativa, generar confianza ante los públicos y conectar con la sociedad.
La reputación se construye a través de mensajes claros, acciones coherentes y un trabajo continuo de relacionamiento con los medios de comunicación, estudiantes, clientes, aliados o comunidad. Estas acciones son las que hacen que la comunicación institucional sea sólida.
Otras de las acciones que forman parte de la comunicación institucional se encuentran coordinar entrevistas y ofrecer información veraz y oportuna, esto fortalece la credibilidad y posiciona a la institución como referente. Comunicar eventos y actividades de impacto social, permite visibilizar el trabajo diario y generar conexión con la comunidad; actualizar a los públicos sobre novedades, logros y proyectos, fomenta la transparencia y refuerza la confianza; documentar y difundir logros, proyectos y reconocimientos son claves para construir reputación y presencia mediática, y evaluar cómo se percibe la institución, permite ajustar mensajes, identificar oportunidades y mejorar la comunicación estratégica.
Lo que no se comunica, no existe y en la comunicación institucional, existir significa inspirar, generar confianza y dejar huella.
